La sorpresa de las elecciones en
Ecuador la dio el candidato asambleísta Don Burro. Como lo hicieran otros personajes en sus
buenos tiempos políticos, pateo el tablero electoral con una propuesta
innovadora: “No votes blanco, no votes nulo, vota por Don Burro”, es decir, que
si el burro logra su cometido, casi el 30% - si no es más – de los candidatos a
asambleístas van a tener que volver a la farándula, el canto, la actuación, los
futbolistas regresar a sus fundaciones a seguir trabajando por su gente y los
que no tengan trabajo a buscar que hacer, porque todos marchan.
Y como lo novelero no nos lo
quita nadie, en primera fila, los medios de comunicación, como siempre, subiéndose
al carro ganador. Aplauden al nuevo candidato, hablan de sus virtudes, lo
idolatran. Don Burro es lo máximo. Ya tiene más de 26 mil seguidores en Twitter,
cadenas internacionales de noticias hablan de sus propuestas. Es toda una
celebridad.
Pero este candidato de burro no
tiene nada, porque como todo un estratega político, necesitaba dirigir su
propuesta a un grupo específico, y que mejor que las redes sociales para montar
su plataforma proselitista dirigida estrictamente al segmento que le interesa
cautivar: los jóvenes.
Este personaje ficticio, pero más
omnipresente que nunca es una bofetada con guante blanco a los partidos
políticos y a quienes los representan, que siguen pensando que los ecuatorianos
creemos en la inmortalidad el cangrejo y se niegan entender que la política
exige a gritos y urgentemente un recambio generacional, de propuestas, de
rostros, de nuevos cuadros técnico - políticos que dejen de improvisar y servir
de burro pie de los gobernantes de turno.
Googleando buscaba información
que me permita tener mayor certeza de esta realidad y me encontré con www.activate.ec , una muy bien estructurada
organización que proporciona capacitación y formación a jóvenes para el
empoderamiento en temas ciudadanos. Justo aquí me enteré que según datos el Censo de Población y Vivienda 2010 demuestran que el 25% de la población está
conformada por jóvenes de entre 16 y 29 años, es decir, 3´620.755 del total de
habitantes a nivel nacional (aproximadamente con esta cantidad de votos ganó un
candidato la presidencia en 2003). En pocas palabras, en estas elecciones los
jóvenes tienen el voto dirimente, tienen el poder. Les invito a que lean el
estudio.
A ver señores, seamos
honestos. Nunca una elección estuvo tan
reñida y fragmentada, y como toda contienda electoral se gana sumando voluntades, a nadie le caen mal más de 3 millones de votos.
En política nada es casualidad, ni mucho menos desinteresado y aquí estamos asistiendo
a una visible campaña de contraste (término que los consultores políticos utilizan
para identificar a las campañas negativas o sucias). Ya dijeron, golazo de
media cancha y nadie se dio cuenta.
Es plausible que se haya elevado
el nivel de las campañas políticas en Ecuador, que sean creativas, innovadoras,
que le den alternativas a los votantes para elegir bien, eso no es cuestionable,
es más, los aplaudo de pie porque se nota que han invertido tiempo y recursos
en esto. Y allí es donde viene la pregunta: ¿Quién está detrás de la campaña del candidato del momento?
Sabemos que los partidos
políticos del país están en crisis, que en vez de avanzar retroceden, que
muchos candidatos no merecen ni que les regalen puntos de rating por ser tan
cara de tucos, pero no son menos deshonestos los que quieren vender una campaña
como “cívica” cuando de cívica no tiene nada. Den la cara, digan a quién
quieren que vayan destinados los votos que buscan captar y todos felices.
Que pena que Don Burro no haya
optado mejor por la candidatura a la Presidencia, a la burra de mi abuelo le hubiera encantado
ser su primera dama, y hacerse famosa haciendo “obras sociales” con fondos
públicos del INNFA… ARRE BURRO!
Hola apreciada me encantaria conocerla soy su admirador secretoo, le escribì en facebook :) jejje
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